Una importante compañía holandesa que manejó los viajes de 44,430 personas desde y hacia Cuba, le pagará $5.9 millones al gobierno de EEUU para resolver una querella que violó el embargo a la isla, anunció el Departamento del Tesoro de EEUU.
El anuncio del Tesoro dice que CWT B.V. continuó haciendo negocios con Cuba después de convertirse en una empresa de capital mayoritariamente estadounidense, en 2006, y por tanto sujeta al embargo.
La multa parece ser una de las mayores impuestas a una agencia de viajes por violaciones al embargo, aunque varios bancos extranjeros han tenido que pagar cientos de millones de dólares para resolver presuntas violaciones.
CWT B.V. fue parte de Carlson Wagonlit Travel, un líder mundial en viajes con centro de operaciones en Holanda. CWT se especializa en viajes de negocios, opera en más de 150 países y reportó $21,400 millones en volumen total de ventas, en 2009, según sus páginas web.
El Tesoro no identificó a los compradores estadounidenses de CWT, en 2006. One Equity Partners II, L.P., subsidiaria de JPMorgan Chase, y Chase Travel Investment, de JPMorgan, fueron mencionadas en reportes de negocios como propietarios de CWT, en 2010.
Las compañías pertenecientes a estadounidenses que hagan negocios con Cuba o con entidades cubanas requieren una licencia especial expedida por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Tesoro, que vela por el cumplimiento de las sanciones de EEUU en todos los países extranjeros.
Las posibles violaciones de CWT tuvieron lugar desde el 8 de agosto de 2006 hasta el 28 de noviembre de 2012, aproximadamente, “con negociaciones en las que Cuba o sus nacionales tenían un interés” e involucraron viajes de 44,430 personas, dijo el Tesoro en un comunicado el viernes.
OFAC dijo que la multa base para el caso fue de $11,093,500, pero fue reducida a $5.9 millones porque CWT reportó voluntariamente las supuestas violaciones, las detuvo, cooperó con los investigadores de EEUU y tomó “acción correctiva significativa”.
CWT es una “corporación internacional comercial sofisticada y de servicios de viajes”, dice el comunicado del Tesoro, “pero fracasó en ejercer un grado mínimo de precaución o cuidado relacionados con sus obligaciones de cumplimiento de las sanciones OFAC hacia Cuba”.
El gran número de viajeros hacia Cuba que manejó, “causó un daño significativo a los objetivos” de las sanciones de EEUU contra la isla de gobierno comunista, bajo las Regulaciones de Control de Bienes Cubanos (CACR).
JP Morgan Chase Bank acordó pagar $88.3 millones en 2011 para resolver acusaciones de violaciones “escandalosas” a las CACR, por el procesamiento de 1,771 transacciones bancarias por un total de $178.5 millones, desde el 12 de diciembre de 2005, hasta el 31 de marzo de 2006, involucrando a Cuba o a nacionales cubanos.
JPMC investigó una pista de otra institución que podría estar violando las regulaciones, la confirmó y a pesar de ello “fracasó al no seguir los pasos adecuados para prevenir transferencias futuras”, y no reportó voluntariamente las supuestas violaciones, dijo el Tesoro en ese momento.
El banco ING en Holanda pagó $619 millones en 2011 para resolver acusaciones de comercio ilegal con Cuba, Irán y otros países sancionados. Credit Suisse Bank pagó $536 millones en 2009 y la suiza UBS pagó $100 millones en 2004, por casos similares
Fuente El Nuevo Herald