Mariela Castro condiciona la democracia en Cuba al fin del embargo

   La hija del presidente cubano Raúl Castro, y directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (CENESEX), Mariela Castro, afirma en una entrevista realizada al canal de televisión chino CCTV America's que “en el caso de Cuba la historia ha demostrado que la existencia de un partido único sí ha dado unidad y fortaleza a la nación” para luchar contra el embargo y la hostilidad de los Estados Unidos. Para ella, esa es una forma de defensa contra las agresiones en forma de campañas mediáticas o la financiación de terrorismo contra la sociedad cubana. “El partido único da fortaleza en esa lucha” sostiene.
Durante la charla que mantuvo con el corresponsal de la cadena en La Habana, Michael Voss, afirma además que “con toda seguridad si el embargo y la hostilidad de Estados Unidos y otros países desapareciera, para Cuba sería mucho más fácil hacer democracia”.
Mariela confiesa que nunca imaginó que acabaría desempeñando las funciones que ahora tiene como directora del CENESEX y aclara que desde niña tuvo la oportunidad de conocer a muchas personas que le transmitían su sufrimiento por su condición sexual, lo cual le llevó a involucrarse en la lucha por la igualdad de derechos y el reconocimiento del colectivo homosexual.
En ese sentido, reconoce en la entrevista que, aunque las cosas han cambiado, en el caso de la actitud hacia los gays y lesbianas en Cuba no lo han hecho tanto como desearían.
Para ella, lo más significante es que en los últimos diez años se ha abierto un diálogo sobre el tema, algo que antes no existía.
Sin embargo, la hija de Raúl Castro lamenta que la sociedad cubana sea machista y reconoce que uno de los mayores retos es luchar contra la política de discriminación contra los homosexuales implantada después de que triunfara la Revolución en el 59.
Su padre Raúl Castro sobre su labor a favor de gays y lesbianas: “Lucha por ello… gánatelo”,“…pero yo como padre no te puedo ayudar”
A la pregunta de cómo reaccionó su padre cuando ella misma comenzó a organizar desfiles de gays en las calles de La Habana Mariela sostiene que en sus tiempos toda la sociedad cubana era muy dura, lo que incluía por supuesto a los políticos, pero “era así en todo el mundo”.
Más tarde, hablando sobre la relación con su padre Raúl Castro acerca de su lucha por el colectivo LGTB, asegura que él le dice: “Lucha por ello… gánatelo”, a lo que añade “…pero yo como padre no te puedo ayudar”.
En otro momento de la entrevista Mariela confiesa que ella en ningún momento se propuso entrar en política ni convertirse en una líder, menos ser miembro de la Asamblea Nacional, pero que la necesidad de promover cambios y luchar por ellos le obligó a entrar “en espacios de decisión que te permiten llevar las propuestas”.
En ese sentido, y a la pregunta directa acerca de un posible liderazgo suyo en el futuro de Cuba ella responde con un “No, no tengo aspiraciones hacia ese tipo de responsabilidades”.
En el apartado de los cambios políticos que se están llevando a cabo en la isla, en su opinión la sociedad cubana se encuentra todavía en posiciones contrapuestas: “Hay quienes quieren que todo avance rápidamente y quienes consideran que todavía hay que hacerlo todo con más cuidado”.
Por eso, es necesario, según sus palabras, “experimentar antes de realizar los cambios oportunos”, algo que ya se está llevando a cabo con distintos cambios políticos. A esto añade, “el riesgo es que a veces puedes generar cambios sin tener en cuenta otras cosas…”
Donde sí manifiesta que es preciso caminar más velozmente es en el campo de los derechos: “Rápido en los derechos, en todo tipo de derechos, y suave, cuidadoso y profundo en las modificaciones del funcionamiento y de la estructura social”.
Sobre los cambios que deberían realizarse a corto plazo, Mariela Castro cita el de la cobertura de Internet, que a su juicio debería ampliarse más rápidamente para que la sociedad pudiera ser partícipe en el proceso de transformación. Para ella, “tener acceso a Internet es fundamental… aunque implique riesgos”. Sin embargo se muestra abierta a lo que pueda conllevar esa apertura: “No se puede tener miedo al desarrollo”, asegura.

Fuente: Marti Noticias