LA HABANA --
Los viajes entre Cuba y Estados Unidos, que cerraron el primer
semestre con cifra récord de 327,600, están amenazados por nuevas
restricciones aduaneras en la isla y la imposibilidad de realizar
operaciones bancarias de la Oficina de intereses cubana en Washington.
“Como solución temporal, la Sección de Intereses ha decidido extender hasta el 31 de diciembre de 2014 los servicios de Oficina Consular” cubana en Washington, dijo un comunicado el martes.
Esa crisis operacional comenzó en noviembre de 2013, cuando el banco M&T le comunicó el fin de sus servicios. La emisión de visas fue suspendida por unos días el 14 de febrero y nuevamente el 24 de abril y reiniciada luego temporalmente hasta la fecha.
La imposibilidad de encontrar un banco se debe al “recrudecimiento de la persecución financiera de Estados Unidos contra Cuba”, según el texto de la misión cubana.
La administración de Barack Obama flexibilizó los viajes y envíos de remesas de los cubanos hacia la isla, aumentó la visas de visita a su país, pero impuso récord en cantidad y monto de multas a entidades que realizan operaciones con la isla.
El clímax fue la multa de 8,834 millones de dólares al banco francés BNP Paribas en julio, bajo cargos de operar con Cuba, Irán y Sudán.
Ese anuncio cae como un de cubo agua fría en momentos en que crecen los viajes desde Florida a Cuba.
“Al cierre de junio, el flujo de viajeros desde Estados Unidos mostró un crecimiento del 9,9% en comparación con igual período del año anterior, lo que significa la cifra más alta para un semestre con un total de 327,600”, según un estudio de The Havana Consulting Group (THCG), de Miami, Florida.
La cifra incluye cubanos residentes en Estados Unidos y en Cuba, así como a quienes retornan a la isla, flujo ampliado por la reforma migratoria cubana de enero de 2013 y por la mayor cantidad de visas otorgadas por Washington.
“La reforma migratoria elimina el tema de la figura del migrante definitivo cubano (…) y da la posibilidad de una mayor circularidad de la migración”, lo que “la atempera con el resto del mundo”, dijo Antonio Aja, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana.
Los viajes incluyen a 46,940 norteamericanos que visitan la isla de enero a junio, pese a la prohibición oficial, con licencias del Departamento del Tesoro, previstas en los contactos “pueblo a pueblo”.
También pueden frenar los viajes las nuevas restricciones que la aduana cubana pondrá en vigor en septiembre, que disminuyen la cantidad y aumentan gravámenes a los artículos que los viajeros traen a Cuba o envían por bultos, los cuales reciben el popular calificativo de “pacotilla”.
Las medidas, están destinadas a personas que se dedican al comercio informal, aprovechando el desabastecimiento, los altos precios y la baja calidad de productos en el mercado cubano, según dijo la aduana.
Antes cada viajero podía ingresar hasta seis televisores y ahora sólo dos; también podía traer cuatro docenas de calzoncillos y ahora sólo dos.
Por esas mismas razones, los emigrados que visitan la isla prefieren llevar consigo regalos para sus familiares que comprarlos en Cuba, donde además pierden un 10% al cambiar sus dólares por pesos cubanos convertibles.
Según THCG, los cubanos residentes en Estados Unidos enviaron o llevaron artículos a la isla por 3,500 millones de dólares en 2013 y unos 2,600 millones en efectivo.
Las remesas representan el segundo ingreso mas importante de Cuba tras los servicios médicos, de 10,000 millones de dólares, pero también favorece a Florida el movimiento comercial que generan los viajes desde y hacia la isla.
“Estamos hablando del tráfico de más de medio millón de personas anualmente, lo que implica una amplia infraestructura de ventas y aeroportuaria en ambos lados, a lo que se suma el impacto de estas personas en los mercados locales”, dijo el académico Jesús Arboleya, en un reciente artículo.
Hay “toda una red de pequeños negocios locales miamenses que subsiste gracias a estas actividades, las cuales brindan empleo a miles de personas”, agregó.
El propio candidato a gobernador de Florida, el demócrata Charlie Crist, anunció que si logra la victoria viajará a Cuba y buscará levantar las restricciones del embargo, por el favorable impacto que tendría en la economía del ese Estado.
“Cuba tiene que mirar el mercado que se origina en la emigración desde una perspectiva diferente a la utilizada hasta ahora”, dijo Arboleya en relación a las normas aduaneras.
Fuente: Nuevo Herald
“Como solución temporal, la Sección de Intereses ha decidido extender hasta el 31 de diciembre de 2014 los servicios de Oficina Consular” cubana en Washington, dijo un comunicado el martes.
Esa crisis operacional comenzó en noviembre de 2013, cuando el banco M&T le comunicó el fin de sus servicios. La emisión de visas fue suspendida por unos días el 14 de febrero y nuevamente el 24 de abril y reiniciada luego temporalmente hasta la fecha.
La imposibilidad de encontrar un banco se debe al “recrudecimiento de la persecución financiera de Estados Unidos contra Cuba”, según el texto de la misión cubana.
La administración de Barack Obama flexibilizó los viajes y envíos de remesas de los cubanos hacia la isla, aumentó la visas de visita a su país, pero impuso récord en cantidad y monto de multas a entidades que realizan operaciones con la isla.
El clímax fue la multa de 8,834 millones de dólares al banco francés BNP Paribas en julio, bajo cargos de operar con Cuba, Irán y Sudán.
Ese anuncio cae como un de cubo agua fría en momentos en que crecen los viajes desde Florida a Cuba.
“Al cierre de junio, el flujo de viajeros desde Estados Unidos mostró un crecimiento del 9,9% en comparación con igual período del año anterior, lo que significa la cifra más alta para un semestre con un total de 327,600”, según un estudio de The Havana Consulting Group (THCG), de Miami, Florida.
La cifra incluye cubanos residentes en Estados Unidos y en Cuba, así como a quienes retornan a la isla, flujo ampliado por la reforma migratoria cubana de enero de 2013 y por la mayor cantidad de visas otorgadas por Washington.
“La reforma migratoria elimina el tema de la figura del migrante definitivo cubano (…) y da la posibilidad de una mayor circularidad de la migración”, lo que “la atempera con el resto del mundo”, dijo Antonio Aja, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana.
Los viajes incluyen a 46,940 norteamericanos que visitan la isla de enero a junio, pese a la prohibición oficial, con licencias del Departamento del Tesoro, previstas en los contactos “pueblo a pueblo”.
También pueden frenar los viajes las nuevas restricciones que la aduana cubana pondrá en vigor en septiembre, que disminuyen la cantidad y aumentan gravámenes a los artículos que los viajeros traen a Cuba o envían por bultos, los cuales reciben el popular calificativo de “pacotilla”.
Las medidas, están destinadas a personas que se dedican al comercio informal, aprovechando el desabastecimiento, los altos precios y la baja calidad de productos en el mercado cubano, según dijo la aduana.
Antes cada viajero podía ingresar hasta seis televisores y ahora sólo dos; también podía traer cuatro docenas de calzoncillos y ahora sólo dos.
Por esas mismas razones, los emigrados que visitan la isla prefieren llevar consigo regalos para sus familiares que comprarlos en Cuba, donde además pierden un 10% al cambiar sus dólares por pesos cubanos convertibles.
Según THCG, los cubanos residentes en Estados Unidos enviaron o llevaron artículos a la isla por 3,500 millones de dólares en 2013 y unos 2,600 millones en efectivo.
Las remesas representan el segundo ingreso mas importante de Cuba tras los servicios médicos, de 10,000 millones de dólares, pero también favorece a Florida el movimiento comercial que generan los viajes desde y hacia la isla.
“Estamos hablando del tráfico de más de medio millón de personas anualmente, lo que implica una amplia infraestructura de ventas y aeroportuaria en ambos lados, a lo que se suma el impacto de estas personas en los mercados locales”, dijo el académico Jesús Arboleya, en un reciente artículo.
Hay “toda una red de pequeños negocios locales miamenses que subsiste gracias a estas actividades, las cuales brindan empleo a miles de personas”, agregó.
El propio candidato a gobernador de Florida, el demócrata Charlie Crist, anunció que si logra la victoria viajará a Cuba y buscará levantar las restricciones del embargo, por el favorable impacto que tendría en la economía del ese Estado.
“Cuba tiene que mirar el mercado que se origina en la emigración desde una perspectiva diferente a la utilizada hasta ahora”, dijo Arboleya en relación a las normas aduaneras.
Fuente: Nuevo Herald