Altas las expectativas por encuentro de hoy sábado entre Obama y Castro

Los Jefes de Estado de EE.UU. y Cuba coinciden en la inauguración de la VII Cumbre de las Américas. 
La expectativa en torno a una reunión este sábado entre el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama y el gobernante cubano, Raúl Castro, ha crecido a lo largo de los eventos colaterales de la VII Cumbre de las Américas esta semana en la Ciudad de Panamá, y alcanzó visos de frenesí la noche del viernes cuando los dos jefes de Estado intercambiaron apretones de manos y saludos cordiales, en un preludio de lo que se espera.

Ni una sola vez en más de 50 años se habían comunicado directamente los jefes de Estado de Cuba y su vecino del norte, lo que asegura que cuando se sienten frente a frente hoy el hecho quedará registrado en los libros de historia.
Para resubir la parada, está la especulación de que Obama aprovechará la ocasión para anunciar su decisión de retirar a Cuba de la lista estadounidense de Estados Patrocinadores del Terrorismo, un gesto por el que el gobierno de Cuba ha batallado ansiosamente, tanto por razones prácticas como simbólicas.
Hace tiempo que Estados Unidos dejó de acusar a Cuba de prohijar el terrorismo, y Obama ha indicado que está listo para sacar a La Habana de la lista. El jueves, sugirió que un anuncio era inminente, cuando reveló que el Departamento de Gestado había concluido su larga revisión de la designación.

Perla en el legado

Restablecer las relaciones con el enemigo histórico de Estados Unidos en el hemisferio podría convertirse en una piedra angular del legado del presidente en política exterior. América Latina representa un raro punto luminoso en ese campo para Obama, cuyos esfuerzos por mejorar la posición de Washington en otras partes del mundo han encontradolos obstáculos a menudo insalvables.
"Mientras comenzamos un nuevo capítulo en nuestra relación con Cuba, esperamos que va a crear un ambiente que mejorará la vida del pueblo cubano", dijo Obama en una reunión de grupos de la sociedad civil el viernes, presentando los esfuerzos para poner fin a la hostil relación como un triunfo para los cubanos, que los empoderará para trazar su propio camino hacia la prosperidad.
Los Jefes de Estado de Estados Unidos y Cuba se saludan en la inauguración de la VII Cumbre de las Américas.Los Jefes de Estado de Estados Unidos y Cuba se saludan en la inauguración de la VII Cumbre de las Américas.
Aunque no se había previsto ninguna reunión formal, funcionarios de la Casa Blanca indicaron que es prácticamente seguro que habrá una conversación sustancial entre Obama y Castro este sábado horas antes de que el presidente regrese a Washington.
En otra señal de que estaban ansiosos por hablar, Obama y Castro hablaron por teléfono el miércoles, antes de que el primero partiera con destino a Jamaica y la Cumbe en Panamá, apenas la segunda conversación telefónica que se conozca entre líderes de Cuba y EE.UU. desde que las dos naciones cortaron sus lazos hace medio siglo.

Embajadas en compás de espera

La primera tuvo lugar en diciembre, poco antes de que Obama y Castro anunciaran su intención de restablecer plenas relaciones diplomáticas y reabrir embajadas en sus respectivas capitales. Sin embargo, si bien se esperaba que pudieran abrir las embajadas a tiempo para la cumbre, los avances en ese sentido han tardado en materializarse, lo que motivó dudas acerca de si los dos gobernantes serían capaces de cumplir con su objetivo.
Aún así, el cordial ─si bien breve─ encuentro entre Obama y Castro el viernes, durante la ceremonia de apertura de la cumbre ofreció poderosas claves visuales de que el acercamiento ya ha recorrido un largo camino.
Aunque a la sala donde se cruzaron no tuvo acceso la prensa, el vídeo y las fotos de los dos charlando brevemente y asintiendo con atención rápidamente encontró su camino a la Internet.
La Casa Blanca dijo que la interacción había sido informal y que no sostuvieron una conversación sustancial. Del mismo modo, los asesores de Obama eludieron decir cuánto tardaría el presidente en actuar para borrar a Cuba de la infame lista de auspiciadores del terror, aunque el paso acelerado  de las negociaciones sugiere que, aun si no se hiciera un anuncio este sábado, sí tendrá lugar pronto.

La lista de los parias

La salida de Cuba de la relación es una prioridad para los Castro, ya que no sólo eliminaría la condición de estado paria de la isla, sino también eliminaría las dificultades de Cuba para llevar a cabo sencillas transacciones financieras. Sin embargo, el aplazamiento de Obama coincide con gestiones de EE.UU. para conseguir concesiones en cuanto a las restricciones impuestas a la libertad de movimiento de los diplomáticos estadounidenses en La Habana, y una mejor protección de los derechos humanos.
Los disidentes cubanos Laritza Diversent (d) y Manuel Cuesta Morúa se reunieron con los presidentes de EE.UU., Uruguay y Costa Rica.Los disidentes cubanos Laritza Diversent (d) y Manuel Cuesta Morúa se reunieron con los presidentes de EE.UU., Uruguay y Costa Rica.
En este último sentido, Obama incluyó en su agenda durante su visita a Panamá una reunión con unos 15 activistas de América Latina, incluyendo a dos cubanos que han desafiado al gobierno de Castro. Un gran contingente de cubanos pro-castristas que debían participar en el más amplio foro de la sociedad civil y los actores sociales abandonó el lugar poco antes de que Obama hablara, en protesta por la inclusión de los disidentes cubanos (Manuel Cuesta Morúa y Laritza Diversent) en el encuentro con el presidente.

Latinoamérica aplaude, y otros...

Los esfuerzos de Castro Obama en pos de mejorar las relaciones ya estaban motivando elogios de los jefes de Estado y Gobierno del Hemisferio Occidental que compartieron con ellos en la inauguración de la Cumbre. El presidente panameño, Juan Carlos Varela, dijo que Obama estaba dejando un legado de apoyo a los hispanos, tanto en los EE.UU.como en el extranjero, y los dirigentes de América latina aplaudieron en numerosas ocasiones, cada vez que se mencionaba el acercamiento entre los dos enemigos históricos.
No obstante, tanto Obama como Castro tendrán que luchar contra quienes en sus respectivos países no ven el deshielo tan color de rosa. El senador republicano por Carolina del Sur Lindsey Graham, un posible aspirante a la presidencia en 2016, lamentó el encuentro del presidente con el gobernante cubano, quien dijo no es más que “un dictador atrincherado”.
Fuente: Marti Noticias