Un país que tiene que importar el 80% de sus alimentos
es un jugoso aliado comercial para cualquier economía, más aún si se
trata de Estados Unidos y el nuevo clima de relaciones con Cuba abre las
puertas para hacer negocios con más flexibilidad.
Varios expertos y funcionarios del Gobierno afirmaron en una audiencia ante el Senado que las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a Cuba podrían triplicarse y superar el billón de dólares al año a medida que las relaciones entre los dos países se descongelan, lo que supondría un debate interno para un sector norteamericano: Los republicanos que representan zonas rurales pero que en cambio se oponen a la normalización de relaciones con el Gobierno de Raúl Castro.
Según recoge el diario New-Press.com, las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a Cuba ascendieron a $286 millones en 2014, lo que supone menos de un 1% del total para esta economía. Según las previsiones de C. Parr Rosson II, profesor de Economía Agrícola en la Universidad Texas A&M, esa cifra podría llegar hasta los $1.200 millones anuales en cinco años y crear unos 6.000 puestos de trabajo.
En una audiencia ante el Comité de Agricultura, Nutrición y Asuntos Forestales del Senado estadounidense, varios políticos dieron a conocer su postura ante esta posibilidad. Para algunos, como el senador republicano por Arkansas John Boozman, "si somos serios tratando de llevar un cambio real a Cuba, tenemos que exponer al pueblo de Cuba a Estados Unidos".
"No estamos comerciando solo con nuestros productos, estamos en negociación con nuestros ideales democráticos", dijo Boozman, para el que "Cuba representa una oportunidad notable para los agricultores estadounidenses, (y) aumentar los lazos comerciales tendría importantes beneficios para las dos economías".
Otros miembros de su partido, como el también republicano y aspirante a la Casa Blanca Marco Rubio, no opinan lo mismo. Para el cubanoamericano la normalización de relaciones recompensaría décadas de opresión.
Rubio amenazó con bloquear la financiación de la embajada estadounidense en La Habana y a cualquier persona que el presidente nombrara embajador. Esa oposición a la política de Obama incluye también cualquier tipo de acuerdo económico y agrícola con Cuba.
Opiniones distantes son las de los también senadores republicanos Jeff Flake de Arizona y Mike Enzi de Wyoming, quienes han promovido el levantamiento del embargo comercial de Estados Unidos en Cuba.
Por el lado demócrata, otras figuras políticas como el senador por Michigan Debbie Stabenow, también quieren que se levante el embargo para poder hacer negocios en el sector agrícola. Según este, durante su visita a La Habana en enero encontró a los cubanos "con ganas de desarrollar una nueva relación" con Estados Unidos.
"Pero sólo podemos hacer eso con medidas significativas que suavicen las muchas barreras que existen entre nosotros... y los agricultores y ganaderos de Estados Unidos están en una posición única para liderar el camino", declaró el demócrata en este comité del Senado norteamericano.
"Los resultados de hacerlo serían inmediatamente beneficiosos", dijo en el panel. El levantamiento del embargo "haría los envíos más baratos para los productores y la comida menos cara para los cubanos, lo cual es en ambos casos bueno para nuestras relaciones comerciales", concluyó.
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Fuente: Marti Noticias