"La piedra más grande y perturbadora
que se haya dejado caer en las aguas del Caribe en cincuenta años
llegará con la apertura de los viajes a Cuba para los ciudadanos de
Estados Unidos", advierte la Asociación Hotelera y Turística del Caribe
(CHTA por sus siglas en inglés) en un documento en el que fija su
posición respecto al surgimiento de la Mayor de las Antillas como un
rival que atraerá por igual a turistas e inversionistas.
La entidad prevé que, cuando eso suceda, el paisaje cambiará irreversiblemente para la industria en la región.
Sus líderes, preocupados por las posibles consecuencias para el área del deshielo EE.UU.-Cuba, están presionando a favor de una nueva sociedad con Estados Unidos.
"Mientras que los ejecutivos del turismo, las aerolíneas y los cruceros de EE.UU. ven el potencial del largamente prohibido paraíso situado 90 millas al sur de Cayo Hueso, intereses afectados a través del Caribe tienen preocupaciones legítimas [acerca de] si habrá una igualdad de condiciones y si el resto de la región verá aumentar las llegadas de turistas o perderá turismo e inversiones que serían desviados a Cuba", expone el presidente de la Asociación, Emil Lee.
La posición de la asociación reconoce no obstante que el levantamiento del embargo y cualquier cambio en la legislación que regula los viajes, el comercio y las transacciones financieras entre EE.UU. y Cuba dependen de una acción del Congreso estadounidense, y aún más, de los resultados de las próximas elecciones presidenciales
"La buena noticia podría ser que este estado de cosas proporciona a los distintos países caribeños tiempo para poner en orden [sus] asuntos ", señala el documento de posición. "Una vez más, los dioses nos sonríen en el Caribe. Nos dicen con suficiente antelación que una fuerza perturbadora está en camino".
Toma nota asimismo de que un efecto de "cápsula del tiempo" ya está haciendo aumentar el turismo en Cuba: visitantes motivados para ver la isla antes de que sea alterada por el desarrollo, lo que condujo a un aumento del 36 por ciento en visitantes de Estados Unidos en los primeros cinco meses de 2015 respecto a igual período de 2014, y un incremento del 14 por ciento en otras llegadas internacionales. Directivos de la industria en el Caribe esperan que las cifras sigan aumentando.
El informe también advierte de un posible impacto en el transporte aéreo desde los EE.UU. a otros destinos del Caribe, considerando “la posible disposición de la industria aérea para absorber por un tiempo bajas tarifas de pasajeros y de carga, con el fin de construir rutas y asegurar una cuota de mercado en Cuba. Esto podría ser desastroso para la región en general, sobre todo si también se traduce en que las aerolíneas estadounidenses desvíen aviones a nuevas rutas con Cuba tras el levantamiento del embargo".
Las consecuencias de la industria de cruceros hacia Cuba serían inmediatas, pronostica el documento de la CHTA, advirtiendo que las principales compañías tienen un historial de invertir con éxito en nueva infraestructura portuaria, y establecer rápidamente puertos nuevos o mejorados donde hacer escalas.
"La probabilidad de que las líneas de cruceros abandonen algunos puertos existentes para acomodar visitas a los puertos cubanos es real, y la proximidad de Cuba a la parte continental de Estados Unidos facilitaría que fuera agregada a una programación que podría afectar los itinerarios a mercados próximos como los de las Bahamas, las Islas Caimán y Jamaica ", dice.
El informe también dispara las alarmas en torno al futuro del desarrollo de la infraestructura hotelera en los países caribeños.
"El hecho de que Cuba recibiera más de $ 800 millones en inversiones relacionadas con hotelería en 2013 debe asimilarse como una lección. El Caribe y su industria se verán no sólo compitiendo por los turistas estadounidenses, sino también por los dólares de los inversores", afirma.
“La normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba puede ser el catalizador para el avance de una nueva agenda de desarrollo turístico y económico en el Caribe”, señala la Asociación , y recomiendaa los sectores público y privado y al Gobierno de EE.UU. la creación de una Iniciativa de Turismo para la Cuenca del Caribe (CBTI), que en una tónica similar a la Iniciativa para la Cuenca del Caribe de los años 80, reconozca en [el desarrollo de] los servicios turísticos una forma de apoyar el desarrollo tanto de Cuba como de la región".
La CBTI impulsaría las inversiones y los viajes en el área con apoyo técnico y normativo estadounidense, a fin de asegurar la estabilidad de las economías de la región basadas en el turismo si, como se espera, los vacacionistas norteamericanos fueran autorizados a visitar Cuba, tras medio siglo de prohibición.
Fuente: Marti Noticias