LA HABANA.-
Los turistas estadounidenses siguen vetados de viajar a Cuba con fines
estrictamente de recreación, pero eso no ha impedido que las grandes
firmas hoteleras de Estados Unidos hayan comenzado una intensa ofensiva
para hacerse espacio en el mercado cubano, el cual es dominado por
firmas europeas que se han asociado con el Estado.
Un ejemplo de ese intento de avanzada fue la Feria Internacional de Turismo de Cuba 2016 (FITCuba 2016) que acabó el sábado en La Habana, donde la compañía Starwood, que en este momento atraviesa un proceso de adquisición por parte de Marriott que convertirá a la empresa en el mayor emporio hotelero del mundo, jugó un papel fundamental en impulsar su participación en el mercado cubano.
De acuerdo a autoridades cubanas a las cuales El Nuevo Día tuvo acceso para consultar el tema, Starwood y Marriott tienen contactos bien avanzados para administrar hoteles en la isla, a tal punto que una junta directiva de Starwood se celebró en el marco de FITCuba 2016, concretamente el pasado viernes, 6 de mayo.
Esta sería la primera ocasión que un cónclave de este nivel se celebra en suelo cubano con la participación de empresarios hoteleros de Estados Unidos, quienes también pudieron tener contactos con funcionarios cubanos.
La presencia de Starwood, y por consiguiente de Marriott, no se da en el vacío. Starwood anunció en marzo que consiguió permisos del gobierno estadounidense para negociar con el gobierno cubano, y lograr la renovación y operación de los hoteles habaneros Inglaterra y Quinta Avenida.
A esto se suma el anuncio del comienzo de operaciones en Cuba de la empresa RCI, que pertenece al grupo hotelero estadounidense Wyndham y se dedica al intercambio vacacional.
La presencia de los gigantes hoteleros estadounidenses no fue el único dato particular al cierre de FITCuba2016, pues además de ellos casi un centenar de turoperadores y charteadores de Estados Unidos participaron del evento.
El ímpetu del sector turístico de Estados Unidos contrasta con el hecho que la administración de Barack Obama todavía no ha autorizado los viajes de los estadounidenses para hacer turismo en la isla, prohibición que rige desde hace más de 50 años.
Obama ha flexibilizado el embargo que Washington mantiene contra la isla desde hace más de 50 años. Aun así todo estadounidense que quiere viajar a Cuba debe pedir una licencia al Departamento del Tesoro que permite asistir a eventos culturales, deportivos, científicos, religiosos, entre otros.
Como señaló en días pasados la publicación digital Cubadebate, un estadounidense no puede darse un chapuzón en una playa cubana a no ser que haya venido a la isla para estudiar los fondos marinos.
Pero la fruta prohibida atrae cada día más a los estadounidenses, sobre todo desde diciembre de 2014, cuando Obama y el presidente cubano Raúl Castro anunciaron el restablecimiento de las relaciones entre los dos países. Tras estar cerradas por más de 50 años, se abrieron las embajadas en sendas capitales en agosto de 2015 mientras Obama realizó una visita histórica a La Habana en marzo pasado.
Así las cosas, los visitantes estadounidenses aumentaron un 90% en lo que va de año, con un arribo de 94,000. En tanto, 161,000 estadounidenses visitaron Cuba en el 2015, un alza del 76%, según datos ofrecidos por Manuel Marrero, ministro de Turismo de Cuba.
La Feria Internacional, FIT Cuba 2016, abrió sus puertas el martes pasado, precisamente un día después de la llegada a la isla del primer crucero procedente directamente de Estados Unidos, después de más de medio siglo.
“Estamos orgullosos de ser el primer crucero en venir a la isla, esperamos contribuir así al acercamiento de los dos pueblos” expresó a El Nuevo Día, Arnaldo López, representante legal de la compañía estadounidense Carnival.
FITCuba 2016 estuvo dedicada a Canadá, país que es el principal emisor de turistas a la isla con 1,700,000 visitantes al año, según la ministra de Turismo de ese país, que asistió al evento junto con otros 21 ministros del ramo de diversos países.
Cuba, que sufre una crisis económica ocasionado en particular por el bloqueo económico, financiero y comercial que le impone Washington desde hace más de medio siglo, registró en el 2015 un aumento de un 17%, con el arribo de más de 3.5 millones de turistas, según Marrero.
Fuente: Elnuevodia
Un ejemplo de ese intento de avanzada fue la Feria Internacional de Turismo de Cuba 2016 (FITCuba 2016) que acabó el sábado en La Habana, donde la compañía Starwood, que en este momento atraviesa un proceso de adquisición por parte de Marriott que convertirá a la empresa en el mayor emporio hotelero del mundo, jugó un papel fundamental en impulsar su participación en el mercado cubano.
De acuerdo a autoridades cubanas a las cuales El Nuevo Día tuvo acceso para consultar el tema, Starwood y Marriott tienen contactos bien avanzados para administrar hoteles en la isla, a tal punto que una junta directiva de Starwood se celebró en el marco de FITCuba 2016, concretamente el pasado viernes, 6 de mayo.
Esta sería la primera ocasión que un cónclave de este nivel se celebra en suelo cubano con la participación de empresarios hoteleros de Estados Unidos, quienes también pudieron tener contactos con funcionarios cubanos.
La presencia de Starwood, y por consiguiente de Marriott, no se da en el vacío. Starwood anunció en marzo que consiguió permisos del gobierno estadounidense para negociar con el gobierno cubano, y lograr la renovación y operación de los hoteles habaneros Inglaterra y Quinta Avenida.
A esto se suma el anuncio del comienzo de operaciones en Cuba de la empresa RCI, que pertenece al grupo hotelero estadounidense Wyndham y se dedica al intercambio vacacional.
La presencia de los gigantes hoteleros estadounidenses no fue el único dato particular al cierre de FITCuba2016, pues además de ellos casi un centenar de turoperadores y charteadores de Estados Unidos participaron del evento.
El ímpetu del sector turístico de Estados Unidos contrasta con el hecho que la administración de Barack Obama todavía no ha autorizado los viajes de los estadounidenses para hacer turismo en la isla, prohibición que rige desde hace más de 50 años.
Obama ha flexibilizado el embargo que Washington mantiene contra la isla desde hace más de 50 años. Aun así todo estadounidense que quiere viajar a Cuba debe pedir una licencia al Departamento del Tesoro que permite asistir a eventos culturales, deportivos, científicos, religiosos, entre otros.
Como señaló en días pasados la publicación digital Cubadebate, un estadounidense no puede darse un chapuzón en una playa cubana a no ser que haya venido a la isla para estudiar los fondos marinos.
Pero la fruta prohibida atrae cada día más a los estadounidenses, sobre todo desde diciembre de 2014, cuando Obama y el presidente cubano Raúl Castro anunciaron el restablecimiento de las relaciones entre los dos países. Tras estar cerradas por más de 50 años, se abrieron las embajadas en sendas capitales en agosto de 2015 mientras Obama realizó una visita histórica a La Habana en marzo pasado.
Así las cosas, los visitantes estadounidenses aumentaron un 90% en lo que va de año, con un arribo de 94,000. En tanto, 161,000 estadounidenses visitaron Cuba en el 2015, un alza del 76%, según datos ofrecidos por Manuel Marrero, ministro de Turismo de Cuba.
La Feria Internacional, FIT Cuba 2016, abrió sus puertas el martes pasado, precisamente un día después de la llegada a la isla del primer crucero procedente directamente de Estados Unidos, después de más de medio siglo.
“Estamos orgullosos de ser el primer crucero en venir a la isla, esperamos contribuir así al acercamiento de los dos pueblos” expresó a El Nuevo Día, Arnaldo López, representante legal de la compañía estadounidense Carnival.
FITCuba 2016 estuvo dedicada a Canadá, país que es el principal emisor de turistas a la isla con 1,700,000 visitantes al año, según la ministra de Turismo de ese país, que asistió al evento junto con otros 21 ministros del ramo de diversos países.
Cuba, que sufre una crisis económica ocasionado en particular por el bloqueo económico, financiero y comercial que le impone Washington desde hace más de medio siglo, registró en el 2015 un aumento de un 17%, con el arribo de más de 3.5 millones de turistas, según Marrero.
Fuente: Elnuevodia