Sin mucha algarabía, el gobierno de Estados Unidos modificó las regulaciones para permitir que miembros del Ministerio del Interior Cubano (MININT), del Comité Central del Partido Comunista (PCC) y otras ramas del gobierno, puedan beneficiarse de las modificaciones del embargo que ha realizado la actual Administración, entre ellas el recibo de remesas.
La Administración anunció la semana pasada una nueva ronda de regulaciones para distender las sanciones contra la isla. Junto a otras medidas más conocidas como la eliminación de las restricciones a las importaciones de ron y tabaco por parte de viajeros estadounidenses, se encuentra esta otra disposición que echa por tierra una política de larga data de prohibir las transacciones de ciudadanos y compañías estadounidenses con la mayor parte de los miembros del gobierno de Cuba, sus organizaciones políticas y sistema de defensa.
Según quedó plasmando en las Regulaciones para el Control de Activos Extranjeros Cubanos del Departamento del Tesoro, las prohibiciones permanecen solo para los miembros del Buró Político del PCC, miembros del Consejo de Ministros y militares de alto rango dentro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
La categoría de “miembros prohibidos” del gobierno de Cuba y del Partido anteriormente listaba a los miembros del MININT, secretarios del PCC e integrantes de su Comité Central, parlamentarios, miembros del Tribunal Supremo, editores de medios de comunicación estatales, viceministros y funcionarios de nivel medio dentro de los ministerios, directores de empresas e instituciones estatales, secretarios de la Confederación de Trabajadores de Cuba y presidentes de los Comités de Defensa de la Revolución.
Todos ellos ahora pueden recibir remesas sin límites y recargas de crédito para el uso de celulares desde Estados Unidos, por ejemplo, así como beneficiarse del resto de medidas emitidas bajo la autoridad ejecutiva del Presidente.
El Ministerio del Interior tiene bajo su jurisdicción a la policía, el Departamento de Seguridad del Estado y la Dirección de Inmigración y Extranjería, entre otras agencias. El Comité Central del PCC, por su parte, orienta y controla a todos los instituciones estatales, entre ellas, los medios de comunicación.
El gobierno de Obama ha iniciado una discreta cooperación con el MININT, que ha estado presente en varios diálogos oficiales, incluso uno que tuvo lugar en Miami en febrero de este año. Miembros de ese ministerio también visitaron instalaciones militares estadounidenses en Cayo Hueso en marzo.
Como parte de su esfuerzo por normalizar las relaciones con Cuba, EEUU eliminó al gobierno de la isla de la lista de los que patrocinan el terrorismo así como a algunas empresas cubanas de la lista de entidades bloqueadas por el Departamento del Tesoro.
Críticos de la política de Obama inmediatamente han cuestionado la más reciente medida.
“La administración de Obama acaba de abrir la puerta para que la inmensa mayoría de los funcionarios del régimen de Castro se aprovechen del alivio de las sanciones que tenía como supuesto objetivo 'apoyar al pueblo cubano' y, más concretamente, a los empresarios independientes de Cuba”, comentó Mauricio Claver-Carone, director de un comité de acción política (US-Cuba Democracy PAC) que busca mantener el embargo.
Claver-Carone lamentó que “represores vecinales”, miembros de “su legislatura títere” y “funcionarios de la policía secreta” y de inteligencia puedan “disfrutar de remesas sin límites, paquetes de regalo, transacciones bancarias a través de terceros, dispositivos de comunicación e incluso emplear servicios relacionados con Internet basados en Estados Unidos”.
Fuente: El Nuevo Herald