La Asamblea General de la ONU aprobará mañana una nueva resolución pidiendo a Estados Unidos el fin del embargo económico a Cuba, que Washington mantiene pese a su nueva política de apertura hacia la isla.
Los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas votarán una resolución impulsada por el Gobierno cubano sobre la “necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero” de EE.UU.
La Asamblea General lleva aprobando textos en ese sentido cada año desde 1992, desde hace tiempo con mayorías abrumadoras.
El año pasado, 191 países respaldaron la iniciativa cubana, mientras que sólo EEUU y su socio Israel votaron en contra.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, ha viajado a Nueva York y representará a su país en la sesión.
El Gobierno de La Habana denuncia que el embargo sigue siendo una realidad pese al acercamiento entre los dos países y las distintas medidas adoptadas por la Administración de Barack Obama para relajar ese bloqueo económico.
Aunque Obama puede usar su poder ejecutivo para introducir muchos cambios, el embargo comercial que pesa sobre el país caribeño solo puede levantarse con la autorización del Congreso estadounidense.
El presidente Obama ha defendido en varias ocasiones que “es hora” de levantar el embargo, una medida que a su juicio está “dañando al pueblo cubano” en lugar de ayudarlo.
Sin embargo, tras las últimas medidas anunciadas este mes por la Casa Blanca para aliviar las restricciones económicas, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, dejó claro que su partido tiene intención de mantener el embargo.
A pesar de que el Gobierno estadounidense defiende el fin de esta política, el año pasado votó en contra de la resolución impulsada por Cuba en la ONU al considerar que no representaba el espíritu de acercamiento entre las dos naciones.
Según un informe elaborado este año por el Gobierno cubano, el embargo ha supuesto para la isla un costo de 753,688 millones de dólares desde su implementación en 1962, si se considera la depreciación del dólar frente al valor del oro.
A precios corrientes, Cuba estima que ha sufrido un perjuicio de más de 125,873 millones de dólares.