Gobierno cubano reconoce que “ya se hacen sentir” los cambios de Trump

LA HABANA, Cuba.- El Gobierno cubano reconoció hoy que los primeros efectos adversos del cambio de política de Estados Unidos hacia la isla “ya se hacen sentir” y reiteró su voluntad de continuar el diálogo y la cooperación “sin imposiciones ni condicionamientos”.
La directora general para EE.UU. del Ministerio cubano de Exteriores, Josefina Vidal, afirmó durante la clausura de un seminario sobre las relaciones entre ambos países que Cuba no solo ha tendido la mano verbalmente, sino que “ha dado pasos concretos para mantener una relación civilizada y mutuamente beneficiosa”.

Uno de los planos donde se notan ya los efectos de las nuevas sanciones impuestas por Washington es el de los viajes de estadounidenses a la isla, que comenzaron a caer tras registrar un espectacular crecimiento en los dos años previos.

Entre enero y noviembre aumentaron un 248 % hasta sumar 579.288 visitas, a las que se sumaron 386.388 viajes de cubanos residentes en Estados Unidos.

“Sin embargo, en las últimas semanas se aprecia una disminución notable del ritmo de crecimiento por el impacto combinado de la insólita advertencia de viajes del departamento de Estado y las medidas del Gobierno contra los viajes”, dijo Vidal.

El Departamento de Estado de EE.UU. recomendó en septiembre a sus nacionales que no viajaran a Cuba por razones de seguridad, después de que diplomáticos de ese país destinados en La Habana sufrieran unos supuestos ataques acústicos que les causaron daños y sobre los que aún hay una investigación en curso.

También por ese motivo evacuó a la mayoría de sus funcionarios en la isla, por lo que los servicios consulares de la Embajada estadounidense en La Habana quedaron reducidos al mínimo y se canceló la emisión de visados, que ahora deben tramitarse en Colombia.

“Muchos cubanos se han visto imposibilitados de asistir a eventos culturales, deportivos, científicos y académicos al no poder obtener sus visas en La Habana y se han cancelado visitas de decenas de grupos estadounidenses, incluyendo estudiantes universitarios”, prosiguió Vidal.

En noviembre, Estados Unidos profundizó la brecha al emitir nuevas restricciones que vetan los negocios con entidades vinculadas al estamento militar cubano y eliminan los populares viajes individuales a la isla en la categoría “pueblo a pueblo”.

Esas medidas “generan confusión en cuanto a lo que está o no permitido, tienen un efecto intimidatorio y disuasorio y confirman el serio retroceso que ha tenido lugar en los vínculos entre ambos países”, arguyó la diplomática.

También reprochó que esos pasos “han sido acompañados de reiterados pronunciamientos irrespetuosos y ofensivos hacia Cuba del presidente (Donald) Trump (…) que retoman la retórica hostil de los periodos de mayor confrontación, añadiendo un componente negativo adicional que enrarece el clima bilateral”.

Otros de los efectos adversos mencionados por Vidal fueron las negativas del Departamento de Estado a viajes de funcionarios para participar en eventos científicos en Cuba, y la paralización de la cooperación en materia de salud y medio ambiente.

Además, EE.UU. decidió celebrar en Washington reuniones ya agendadas en La Habana de los principales órganos bilaterales de diálogo.

Por contra, según la alta funcionaria, Cuba “ha dado pasos concretos” para seguir avanzando en la relación con el país vecino.

Mencionó la presentación de “siete planes para la implementación de los memorandos de entendimiento suscritos para la cooperación en materia de hidrografía y geodesia, áreas terrestres protegidas, sismología, meteorología, control del cáncer, sanidad animal y vegetal y hermanamientos de parques nacionales”.

La isla también reiteró propuestas para la cooperación bilateral en el enfrentamiento de la trata de personas, el terrorismo y el fraude migratorio, el lavado de activos, entre otros temas, junto con planes de colaboración en las esferas científica y de la propiedad industrial.

“Estamos a la espera de las respuestas”, aseguró Vidal.

Avanzó también que pese al enfriamiento de las relaciones, el “interés y persistencia” de empresas de ambos países ha permitido concretar últimamente nuevos negocios en sectores prioritarios como el transporte, infraestructura, agricultura y turismo, y se negocian otros en las áreas de salud, energía y biotecnología.

“Pero no basta con la voluntad de una sola de las partes”, agregó la diplomática, quien adelantó que su Gobierno seguirá “trabajando con todas las personas de buena voluntad en EE.UU., conscientes de que existe un consenso generalizado en las sociedades de ambos países a favor de mejores relaciones entre nuestros países y pueblos”.

El próximo domingo se cumplen tres años del anuncio del restablecimiento de las relaciones entre Cuba y EE.UU. tras casi seis décadas de enemistad, un cambio de política impulsado por el entonces presidente Barack Obama y que su sucesor, Donald Trump, decidió revertir.
Fuente:Cubanet